¿Alguna vez habéis pensado todo lo que hay detrás de la labor del intérprete? Sigue leyendo para conocer todo lo que conlleva la apasionante tarea de la interpretación de conferencias. ¡Hay más de lo que imaginas!
1. Antes de abordar una interpretación
Los intérpretes trabajamos con nuestra voz como herramienta y lidiamos con más estrés e inmediatez que los traductores. Necesitamos una formación específica que nos brinde un dominio básico y que nos inculque la profesionalidad y el código deontológico necesarios para ejercer como tal. Es una actividad mental muy exigente que debe practicarse a diario como un deporte incluso después de formarnos, para seguir puliendo nuestras técnicas de interpretación de conferencias.
Cuando llega el encargo:
Lo primero es elaborar un presupuesto en función del tipo de encargo que nos llegue y hacer constar factores como la modalidad (simultánea, consecutiva, etc.), el tiempo (media jornada o jornada completa; amén de prever posibles horas extra), si tenemos que abonar los costes de desplazamiento de nuestro bolsillo, si estaremos con otro compañero intérprete, así como la forma y los plazos de pago. Además podemos añadir «cláusulas» para asegurarnos mejores condiciones y una mayor calidad en el resultado de nuestro trabajo, como un incremento de un tanto por ciento sobre el precio total si el cliente cancela el evento con poca antelación, si no aporta material que nos ayude a prepararnos el evento (aunque no siempre suceda, ¡pedidlo!), o indicar dónde se resolverán las disputas legales en caso de impago (en la Comunidad Autónoma donde residáis).
Manos a la obra:
Ahora sí, ¡toca zambullirse a fondo y elaborar glosarios! Cuanto más nos preparemos, mejor podremos sortear los baches que surjan el día de la interpretación, pues no somos enciclopedias andantes. Si hay ponencias de los oradores en internet, también podremos practicar con ellas para acostumbrarnos a su tono de voz, las expresiones y bromas que pudieran utilizar, etc. Esta fase puede dilatarse semanas o incluso meses, pero es imprescindible.
Los días previos:
¡Se acerca la hora de la verdad! Tenemos que cuidar especialmente nuestra dieta, hidratarnos y descansar bien. Asimismo, debemos preparar una vestimenta profesional y discreta pero también cómoda y de materiales transpirables como el algodón y con colores neutros (como el blanco o el negro), ya que los nervios nos harán sudar. Son imprescindibles cuadernos y varios bolígrafos para la toma de notas, así como planificar las rutas de llegada.
En las horas previas conviene llegar temprano, no sólo para dar una imagen profesional, sino para deshacernos también de todos los nervios posibles. De igual manera podréis conocer a los técnicos de sonido (si hay cabina de interpretación simultánea) y a los ponentes. Aprovechad para pedirles material de última hora y darles algunas indicaciones que os faciliten la labor.
2. Llegó el momento
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero… ¡fuera nervios! Los primeros minutos son los peores: cometeremos fallos, nos temblará la voz, pero os aseguro que se pasará. Con el transcurso de las horas y a pesar de relevaros con el compañero, llegará el agotamiento físico y mental. Por ello, tendréis que saber gestionar bien los descansos e hidrataros adecuadamente.
3. ¿Y ahora qué?
El evento finaliza y volvéis a casa, pero esto no acaba aquí. ¡Hay que sacarle el máximo partido a la experiencia! Pedid siempre certificados de participación y cercioraos de que en ellos conste que habéis realizado interpretación y no traducción, que puede pasar. Añadid la experiencia a vuestro currículum y publicitadla en vuestras redes, incluso aunque hayan sido prácticas o voluntariado (nadie tiene por qué saberlo).
Como veis, la mayor carga de trabajo se sitúa al inicio. De aquí la importancia de saber pedir una tarifa ajustada a nuestro valor, porque no nos pagan únicamente por el tiempo empleado en el evento, sino por todas las horas previas de preparación intensiva que invertimos exclusivamente en un único encargo. No es fácil comenzar en el mundo de la interpretación de conferencias, pero lo que sí es cierto es que es una profesión maravillosa y muy satisfactoria para los que la ejercemos.
¿Te gustaría formarte como intérprete de conferencias profesional?
¡Empezamos en octubre!