¿Quieres preparar el Diploma in Translation ? Antes de nada, y si no lo has hecho aún, lee este artículo de Álvaro Benítez. Como bien explica, para poder hacer el examen no te piden una titulación previa, sin embargo, no está dirigido a traductores noveles. Debemos tener cierto dominio de la traducción y por ‘cierto’ me refiero a un gran dominio. ¿Significa que es imposible aprobarlo? No. Es muy difícil, pero para nosotros, los traductores, nada es imposible: estamos acostumbrados a los ‘intraducibles’, a plazos urgentes para ayer, a un original ilegible…
Si el hábito hace al monje, uno se convierte en traductor —y en uno bueno— traduciendo mucho, y esta práctica debe ir acompañada, por supuesto, de unos cimientos básicos.
El primer cimiento es la ortografía de 2010 de la RAE. A diario oigo a alumnos que quieren ser traductores y que piensan que con dominar la lengua de origen es suficiente y NO lo es, debemos dominar nuestra lengua, la de llegada, y todas sus convenciones y normas. Y ¡lo tenemos fácil! Todas estas normas ortotipográficas están en Internet, tanto en la RAE como en Fundéu. Ahora bien, tenemos que poner de nuestra parte, el dominio ortotipográfico es fundamental y cualquier fallo —aunque pensemos que es una errata— se penaliza.
El segundo cimiento es el dominio gramatical de las lenguas de trabajo; como me gusta decir, el texto de origen es un puzle que tenemos que recomponer para que el texto meta se lea como si estuviera escrito en esa lengua. De nuevo, para el caso del español, la RAE y la Fundéu ponen material a nuestro servicio y, en el caso de la lengua de origen, el traductor debe asegurarse que la domina. Es conveniente tener material de referencia en casa, no debe faltar la Nueva gramática de la lengua española (RAE) ni, en el caso del inglés y del francés, por ejemplo, dos manuales de traducción que desgranan las gramáticas —así como otros aspectos lingüísticos y traductológicos— de estas lenguas: el Manual de traducción francés-castellano de Tricás Preckler (Gedisa, 2003) y el Manual de traducción inglés-castellano de López Guix y Minett Wilkinson (Gedisa, 2006).
La cultura es otro cimiento importantísimo. No se puede traducir bien si no conocemos la cultura de origen, pero tampoco si no conocemos la de llegada, que la damos por hecho, pues solemos traducir a nuestra lengua materna, en la que nos hemos criado y en la que nos movemos como pez en el agua, pero… hay que leer y leer mucho en nuestra lengua materna. Cuando traducimos debemos estar ojo avizor para destapar cualquier expresión que no entendamos, no por cuestiones gramaticales ni semánticas, sino porque no la conocemos y no resulta fácil encontrar su significado. En este sentido, sin tener que ser una expresión idiomática o un refrán, una frase o una palabra puede decir mucho más de lo que parece en función del contexto, y este nos lo da la cultura y la época.
Asimismo, no podemos olvidarnos del vocabulario. Parece lo fácil, lo que se puede encontrar rápidamente en diccionarios, pero no siempre es así. ¡Y cuidado! Que los diccionarios bilingües sirvan de inspiración, pero siempre debemos consultar los monolingües, pues nos puede sorprender el significado que llegan a tener algunas palabras. Además, de cara a preparar el Diploma in Translation, debemos contar con diccionarios especializados para traducir con exactitud y fidelidad los textos semiespecializados. Por ejemplo, si vas a hacer la opción jurídica EN>ES, no te puede faltar el Diccionario de términos jurídicos de Alcaraz Varó (Ariel, 2017), ni el Diccionario técnico inglés-español de Beigbeder (Díaz de Santos, 2006) si eliges el texto técnico. Y ya que estamos con diccionarios, no nos olvidemos del de sinónimos y antónimos (el de María Moliner o el de Corripio), del de preposiciones (María Moliner, Gredos, 2012) y del de dudas y dificultades (Manuel Seco, Espasa, 2011), entre otros.
Por último, ¡PRACTICA! No solo la experiencia profesional te va a ayudar, sino una formación práctica en cursos impartidos por traductores especializados en este examen, como el que ofrecemos en Sampere, en el que traductores en activo identifican tus puntos débiles y te proporcionan las herramientas para que te conviertas en un traductor excelente y consigas obtener el DipTrans.